- ColorBlanco
- Longitud0,5 km
- Duración20 minutos
Pequeña senda, balizada en blanco, que lleva a los grandes bolos de areniscas que hay dentro de un antiguo redil para el ganado, “el cercado”, frente a la terraza del este. Junto a esas piedras hay un banco, y una pradera donde disfrutar de hermosas vistas sobre el Llano del Tambor, el río Campobuches, las sierras del Endrinal y de Libar, que cierran el horizonte. Detrás del muro de piedra y de la gran roca, se sitúa la piscina y las terrazas que la rodean. Un lugar muy recomendable para tomar el sol y disfrutar de los atardeceres. Se puede continuar la senda hasta llegar a la cuadra y volver por la portilla del castaño, que atraviesa la riega (el arroyo) de la marmita, justo delante de la terraza principal del alojamiento.