MONTEJAQUE-CORTIJO ZURRAQUE-RÍO CAMPOBUCHES — 05 TBLL

  • Dificultad
    Difícil
  • Longitud
    22 km
  • Desnivel
    462 m
  • Duración
    8h

Gran recorrido, que nos permite llegar al bonito pueblo de Montejaque, atravesando bosques y sierras, de gran soledad y hermosura. Rincones perdidos y recónditos, sin carreteras, ideal para caminarlos silenciosamente, y con buenas vistas panorámicas.

Saldremos del Tambor por la portilla del Río Campobuches (TBLL int-2. Río Campobuches) que esta señalizada desde el hotel en azul. Al salir de la finca, giramos a la derecha, siguiendo la senda rio arriba (1) por la Cañada de las 10 Pilas, hacia el puerto del Viento. Para evitar el carril que discurre por la Cañada de las 10 Pilas, debemos cruzar el río Campobuche, para tomar una senda que se adentra por el bosque, sin necesidad de llegar al carril (2).

En 10 minutos la senda cruza el carril (3), y continúa entre los alcornoques subiendo poco a poco hasta el puerto de los vientos, entroncando con el carril en la subida final. Aquí nos encontramos un bello panorama (4) al situarnos frente a la rocosa montaña de los Lajares, para después bajar por el carril a hasta Los Álamos. Allí giramos a la izquierda, en la base de las peñas, tomaremos el cordel del Pozo de los Álamos en dirección este, hacia Montejaque. Se abren dos portillas (limite provincial de Málaga-Cádiz). Unos cientos de metros después, encontramos otra cancela, y una segunda, cuando la senda cruza el arroyo, que hay que abrir y dejar cerrada, y que nos da acceso a la senda que por la falda de la montaña rocosa, nos lleva al puerto (5). Tras pasar otra cancela, a nuestra izquierda bordeamos una bonita dolina (6).

El camino continúa para el coronar el pequeño puerto del Zurraque, y atravesar el llano del Zurraque, internándose el camino otra vez en el encinar, hasta llegar al llano de El Burfo. En el llano del Zurraque, hay que ir atento, para no perder la ruta. Necesitamos atravesar el llano a lo ancho, antes de llegar al cortijo que tenemos al fondo (7). Vale la pena desviarse a ver el pequeño cortijo, un buen ejemplo de los asentamientos humanos que antaño poblaban estas sierras, y que albergaban a familias que vivían de forma muy autónoma (horno de pan, cultivo propio de cereales, ganadería etc.). Hay unas grandes fechas dibujadas con piedras en la pradera, que marcan el lugar donde debemos atravesar el llano. La senda se abre camino por el joven encinar, para llevarnos al llano del Burfo.

Allí el itinerario discurre atravesando el llano a los largo. Tenemos que pasar por la zona noroeste del Llano, siguiendo el camino que está bien marcado y después el carril que lleva al pueblo de Montejaque. Se regresa por el Cortijo de los Calabazares y por la Cañanda Real del Campobuches, siguiendo el curso del río hacia arriba, hasta llegar al Tambor del Llano. En varios mapas, aparece esta zona como si estuviera cubierta de agua por un embalse (8) (embalse de Motejaque). Este embalse nunca ha llegado a funcionar, y no existe esa lámina de agua. Caminando río arriba, tras pasar el cortijo calabazares, pronto aparece un bonito puente de piedra (9) con abundantes adelfas.

Se continúa por el carril, hasta una curva, justo al pasar una cabaña a la izquierda (10), en donde es posible salirse del carril para tomar una senda cercana al río que es más bonita. Si se continúa por el carril cuando este se bifurca, tomar el ramal de la derecha, el que va más cerca del río. Esta senda del río, vuelve a entroncar con el carril, cuando topamos con el arroyo Forcila (11). Más arriba, llegamos a una pequeña pantaneta (12), que mantiene agua todo el año, incluso cuando cuando el río se seca. A partir de aquí la senda discurre siempre pegada al río, pudiendo cruzarlo en un par de sitios, o mantenerse siempre en la ribera izquierda del mismo.

En total son 22 kilómetros. Se necesita el día completo, y se puede hacer parada en Montejaque, donde en función de las fuerzas, siempre hay la opción de volver en taxi.